lunes, 20 de junio de 2016

Erase una vez un chavo…!!

Les voy a compartir aquí una historia de mi infancia; si ya sé que quizás nadie le pudiera interesar lo que yo viví en mi niñez, pero de igual forma se los voy a contar, para los que hoy son adulto y ayer fueron niños, y para los que hoy son niños y mañana, mañana será otro día…

Yo tuve 5 amiguitos de una mini pandilla que salía en la tele. Uno de ellos no se sinceramente porque cuando uno es niño no le presta importancia en las diferencias sociales, no existen clases, ni religiones, ni color de piel, ni estirpe, ni rancios abolengos. Aunque se dice que provenía de una familia aristocrática, de igual forma siempre jugaba en el grupo.

Otro de los niños evidentemente si era rico, pero como el anterior de igual forma jugaba en igualdad de circunstancias con el grupo, nadie estaba por encima de nadie, y lo más hermoso todo era un ejemplo de camaradería, con lecciones de toda clase, desde higiene personal (la importancia de lavarnos las manos, apoyar a quien menos tiene, ayudar al desvalido, reglas gramáticas como “yo y sutano …” Y corregía el maestro El burro por delante!! “se dice sutano y yo”, en fin hasta la importancia de vivir intensamente nuestra infancia, y éramos realmente felices al compartir todas esas aventuras, reglas de urbanidad, en fin muchas cosas que nos hicieron reír, reflexionar y hasta llorar.

Eso que mirábamos en la pantalla, era reflejo inherente en nuestro diario acontecer, las mismas bromas, las mismas travesuras, los mismos conflictos, las mismas riñas, hasta sobre nombres o motes ufanándonos de ciertas características de cada uno.

Vaya hasta el primer amor, quien como niño no tuvo su Paty particular en su vida, una niña que jugaba en el grupo, o vivía en la misma cuadra y de la que uno soñaba y suspiraba??

Yo me hice (y confieso que sigo teniendo afición) aficionado a las tortas de jamón, cuando mamá las preparaba, era la mejor comida del día!! Igualmente los submarinos que estaban “esponjaditos, esponjaditos” decía el cachetón del grupo. Todo lo que mirábamos era parte de lo que teníamos a nuestro alcance, yo pedí el chipote chillón y me lo trajeron no recuerdo si el niño Dios o los reyes!! (en aquel entonces eso de Santa era para ricos y para los malinchistas), a nosotros nos traía el niño Dios, más importante que un panzón anciano con pijama roja, quien en su sano juicio sale a la calle en pijama roja y botas??!! Preguntaba uno.

Todavía recuerdo los vecinos cuando venían y traían un puñado de pelos de la crin del caballo de los reyes, que se le cayeron cuando dejaron los regalos, o un puñado de vellos ensortijados de la barba de otro, y así sucesivamente como prueba irrefutable de que efectivamente los reyes acudieron puntuales a la cita y dejaron estas evidencias.

El amor por la lectura, porque en ese mismo programa igual se montaba Juleo y Rumieta parte cómica de Romeo y Julieta, y yo en lo particular teniendo unos padres cultos les preguntaba y esos quienes son?? Y me contaban un resumen de la historia y me decían ahí entre los libros busca Romeo y Julieta de William Shakespeare, y terminaba por leer dicha historia, igualmente cuando salía Don Que Hijote sin Mancha, y me decían que se referían a la historia de aquél Hidalgo Don Quijote de la Mancha, que: En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía un gentil Hidalgo. Don Quijote de la Mancha… Escrito bellísimamente ilustrado con figuras en ese libro que leía deleitado, por Don Miguel de Cervantes y Saavedra el famoso manco de Lepanto.

En fin historias tocadas en ese programa, a manera de diversión, terminaba siendo una lección o tarea agradable de buscar y leer.

Igualmente en sus versiones del gordo y el flaco (Laurel y Hardy), en aquel entonces pasando por RTC sus películas igual que las de Harold Lloyd, y Charles Chaplin, los cuales eran de la época del cine mudo, lo cual lo hacían internacional porque en cualquier lengua que se miraban provocaba la risa de propios y extraños.

Toda esa cultura entraba todos los días a las 8 pm en nuestras casas, y uno se sentía dichoso al correr a verlos para luego según las reglas de casa ir a lavarnos para acostarnos a dormir, ya que al siguiente día tocaba ir a la escuela.

Ya en la escuela en el recreo era de todos costumbre hablar de show de la noche anterior, y las partes que nos gustaron, y uno el famoso nerd del grupo impresionar cuando decía se refiere a la obra de William Shakespeare Romeo y Julieta, o del manco de Lepanto Don Miguel de Cervantes Saavedra, en fin que los chicos se quedaban mirando atónitos, algunos pocos haciendo menos el dato cultural diciendo despectivamente, si si yo también busqué en libros, y leí la obra, a lo que uno ya no refutaba nada.

Para mi era maravilloso cuando llegaban los libros de texto para nuestro grado, en quinto sino mas recuerdo anexado a la de las materias, vino un libro de historias, cuentos y leyendas, lo que fue las delicias, de viajes en autobús, noches en vela, y tardes solitarias sentado bajo la sombra de un árbol o una palmera, mientras los demás corretaban, y jugaban yo era transportado a países lejanos a conocer costumbres, historias y cosas jamás imaginadas, como si la alfombra verde del pasto alrededor se convirtiera en la famosa alfombra voladora y viajara uno a esos lugares en diferentes latitudes, lejanos países, y hasta regresar en el tiempo y espacio, para llegar justo en el momento donde se desarrollaban esas historias.

Todo nacido de la curiosidad de un programa, el cual diré a continuación, el culpable de una infancia bellísima, de recuerdos memorables, de miles de horas de risas, reflexiones y lágrimas, que quedaron plasmados en ese niño de lentes que miraba maravillado la pantalla y era en esa historia fantástica parte de aquél grupo, y parte de aquellos niños que vivirán para siempre en nuestra memoria, fíjate, fíjate, fíjate; si lo recuerdas?? Anda di que si, si anda no seas cobarde, anda di que siiiiii!! NO?? No me simpatizas…!! Ah vaya recuerdas más cosas, ándale… eso, eso, eso!! Si lo se ya te aburrí, lo que pasa: Es que no me tienes paciencia!!... Además si te aburrí fue sin querer queriendo!!

El Chavo del 8 es una serie de televisión cómica mexicana creada y protagonizada por Roberto Gómez Bolaños, producida por Televisión Independiente de México (más tarde, Televisa). Fue emitida por primera vez el 20 de junio de 1971 por Canal 8.

El programa trata sobre las vivencias de un grupo de personas que habitan en una vecindad mexicana donde su protagonista, el Chavo, lleva a cabo travesuras junto con sus amigos que ocasionan malentendidos y discusiones entre los mismos vecinos, por lo general de tono cómico. El guion surgió de un sketch escrito por Gómez Bolaños en donde un niño pobre de ocho años discute con un vendedor de globos en un parque. Se le prestó una mayor importancia al desarrollo de los personajes, a los cuales se les asignó una personalidad distintiva. Desde un comienzo, su creador contempló que El Chavo estaría dirigido al público adulto, no al infantil, aun cuando se tratara de adultos interpretando a niños. El elenco principal estuvo integrado por Gómez Bolaños, Ramón Valdés, Carlos Villagrán, María Antonieta de las Nieves, Florinda Meza, Rubén Aguirre, Angelines Fernández y Édgar Vivar, que interpretaron al Chavo, Don Ramón, Quico, la Chilindrina, Doña Florinda, el profesor Jirafales, Doña Clotilde y el señor Barriga, respectivamente. La dirección y producción de la serie recayeron en Enrique Segoviano y en Carmen Ochoa.

El protagonista, el Chavo, es un niño huérfano que suele meterse en problemas con los demás habitantes, entre ellos Don Ramón, Doña Clotilde y Doña Florinda, debido a malentendidos, a distracciones o a sus travesuras. Ahí convive también con sus amigos Quico y la Chilindrina. Con frecuencia se lo encuentra en un barril de madera que se ubica en el patio de la vecindad (al que se acostumbra meter, casi siempre, después de que Don Ramón lo golpea en la cabeza). Cada capítulo hace uso de bromas, slapstick, ironía, cómicos de repetición y situaciones graciosas en las que el elenco se involucra. También se incluye el uso de risas grabadas para dar énfasis en las escenas cómicas. La trama transcurre en su gran mayoría en el patio de una vecindad, donde se aprecia un barril y un lavadero. En dicha vecindad habitan la mayoría de los personajes principales, excepto el señor Barriga, su hijo Ñoño, Godínez, el profesor Jirafales y Popis. Se observa también, a primera instancia, el departamento 14 donde residen Quico y Doña Florinda, y justo a su derecha se encuentra la habitación 71, hogar de Doña Clotilde, y el departamento 72, donde viven Don Ramón y su hija la Chilindrina. Si bien existen unas escaleras que conducen al departamento 23, el interior de este pocas veces se ha visto. Hay también en la vecindad una fuente, a la cual se llega al atravesar un pasillo ubicado entre los apartamentos 71 y 72.

Hay segmentos que ocurren en otros lugares ajenos a la vecindad, tal es el caso de un reducido predio donde, en uno de los episodios, los personajes aprenden a jugar fútbol americano con Jirafales y Don Ramón, y en Acapulco, al cual acuden a pasar unas vacaciones. Existe igualmente una escuela, a la que asisten los niños de la vecindad y donde imparte clases Jirafales. No obstante, en la serie sólo se ve un aula y parte del patio, y no todo el edificio como tal. En otros capítulos aparecen el restaurante de Doña Florinda, una peluquería en donde en una ocasión trabaja Don Ramón y la banqueta donde se ubica la entrada a la vecindad (donde los niños deciden establecer un puesto de aguas frescas en alguna ocasión, o donde Don Ramón instala un puesto provisional para vender churros en algún instante).

Además de los anteriores, existen otros personajes recurrentes en El Chavo del 8, en su mayoría interpretados por los mismos actores del reparto principal. Entre ellos figuran Ñoño (interpretado por Vivar), hijo del Señor Barriga, que suele ir a la vecindad para jugar con el Chavo, Quico y la Chilindrina. Al igual que su padre, posee obesidad lo que provoca las burlas de sus compañeros en la escuela. La Popis (encarnada por Meza), es la sobrina de Doña Florinda, una niña que siempre va acompañada de una muñeca a la que llama Serafina, y que es gangosa. Estudia en la misma escuela que los otros niños de la vecindad. Con menor frecuencia también aparecen, en algunos episodios, el Doctor Chapatín, un anciano «satírico y burlesco» y el Chapulín Colorado, ambos por Gómez Bolaños, así como Doña Nieves, la bisabuela de la Chilindrina e interpretada por De las Nieves. Igualmente en uno de los capítulos se aprecia a Don Federico (actuado por Villagrán), como el padre de Quico.

Tras la salida de Valdés en 1981, Raúl Chato Padilla se incorporó al programa y asumió el rol de Jaimito el Cartero en 1982, un anciano que se encarga de entregar el correo en la vecindad (para más información, véase la sección Conflicto con Villagrán y muerte de Valdés). Horacio Gómez Bolaños, hermano del creador del programa, se encargó de Godínez, un niño al que se le ve solamente en la escuela, y que suele ignorar la respuesta de la mayoría de las preguntas que el profesor Jirafales le hace en las clases. Otros personajes incidentales incluyen a Gloria (por Maribel Fernández, Regina Torné y Olivia Leiva); Paty (por Rosita Bouchot y Ana Lillian de la Macorra); Don Román, primo de Don Ramón (por Germán Robles); Malicha, ahijada de Don Ramón (por María Luisa Alcalá); el Señor Hurtado (por José Antonio Mena y Ricardo de Pascual) y el señor Calvillo (por Ricardo de Pascual).

El éxito de El Chavo del 8 fue tal que, para 1973, era transmitido en varios países de Hispanoamérica y tenía altos índices de audiencia televisiva. En 1978, Villagrán dejó el programa de forma definitiva debido a conflictos con Gómez Bolaños respecto a la autoría del personaje de Quico, y al año siguiente hizo lo mismo Valdés debido a motivos personales. A pesar de ello, este último se reincorporó al programa tiempo después. La última emisión de El Chavo del 8 como programa independiente se dio el 1 de enero de 1980, aunque continuó como parte de Chespirito hasta el 12 de junio de 1992.

Los supergenios dieron origen a Chespirito, un nuevo programa conformado por varios segmentos cómicos entre ellos El Chapulín Colorado, Los Caquitos y Los chifladitos. En este último, Gómez Bolaños participaba en el rol estelar junto con Aguirre. Debido a que Aguirre firmó un contrato temporal con el canal 2, el primero tuvo que idear un nuevo sketch que fungiera como reemplazo de Los chifladitos. Este pasaría a denominarse El Chavo.

Sobre la base de otro sketch previo, Gómez Bolaños elaboró el esbozo de El Chavo con una trama atemporal (es decir, sin seguir una cronología con alguna otra historia) en donde un niño pobre, de 8 años de edad, discutía con un vendedor de globos en un parque. Él interpretaría al niño, y el otro personaje recaería en Valdés. «Cuando [Gómez Bolaños] ve la aceptación y descubre que tiene elementos de comedia muy atractivos, vuelve a escribirlo, pero ya con más forma [...] la clave fue meterlos [a los personajes] en una vecindad donde hubo un potencial más grande y poco a poco lo armó [el concepto central del programa]»

En un primer momento, la musicalización de El Chavo del Ocho fue efectuada por Ángel Álvarez, Luis A. Diazayas, René Tirado y luego por Alejandro García. En algunos episodios se usaron melodías para marcar cierto énfasis en algunas escenas. Entre estas se encuentran «The Second Star to the Right», compuesta originalmente para la película animada Peter Pan, «Funeral March», escrita por Frederic Chopin, «Miss Lilly Higgins Sings Shimmy In Mississippi's Spring» del grupo argentino Les Luthiers, «Minnie's Yoo Hoo» de Disney, «Gonna Fly Now» del filme Rocky, entre otros.
En 1977, Polydor Records, subsidiaria de Universal Music, distribuyó el disco LP Así cantamos y vacilamos en la vecindad del Chavo, con canciones que se incorporaron en algunos episodios del programa. El disco contiene 10 temas en total, con una duración de poco más de media hora. Entre ellos se encuentra la canción «La vecindad del Chavo» (también conocida como «Qué bonita vecindad»), que pasó a convertirse en uno de los temas musicales con los que sería asociada la serie, después de la melodía usada en la secuencia de apertura. Tres años después, en 1980, se publicó otra serie de 3 discos denominada Síganme los buenos a la vecindad del Chavo, igualmente en formato LP con canciones tanto de El Chapulín Colorado como de El Chavo. En 1981 salió a la venta el LP El Chavo canta Eso, eso, eso...! con 10 canciones en total, distribuido por PolyGram. Más de una década después, en 1992 se comercializó el primer CD con la música del programa, al que le siguieron Así cantamos y vacilamos en la vecindad del Chavo (2000) y Así cantamos y vacilamos en la vecindad del Chavo volumen 2 (2007), en el mismo formato.

Cabe añadirse que varias de estas canciones poseen letras que se refieren a un tema en específico, acorde al capítulo para el cual se destinaron. Por ejemplo, el tema «Gracias Cri-Cri» está dedicado a Francisco Gabilondo Soler, cantautor mexicano conocido por el apodo de cri-cri, catalogado como «el más importante creador de música infantil en México», o la canción «Eso, eso, eso» que, además de guardar relación con una frase reiterada por el Chavo en el programa, habla del amor y la alegría.

De manera similar, «Óyelo, escúchalo» posee un mensaje religioso al hacer mención de Jesucristo.

La canción usada en la secuencia de apertura de El Chavo del Ocho es «The elephant never forgets», compuesta por el francés Jean-Jacques Perrey en 1970. A su vez, esta melodía se halla basada en la obra "Las Ruinas de Atenas" de Ludwig van Beethoven. La secuencia tuvo algunas variantes en cuanto a las escenas que aparecían conforme se mencionaban los actores junto con sus respectivos personajes. Generalmente, se compone de breves escenas para presentar a cada personaje y una voz en off que menciona tanto al actor como a su interpretación en la serie. Una variante notable es aquella que apareció en las emisiones de 1979, la cual consiste de una animación en stop motion de los personajes modelados en plastilina. En la secuencia de apertura de los años 1980, Gabriel Fernández, esposo de De las Nieves, fungió como el narrador que presenta al reparto estelar. Previamente, Jorge Gutiérrez Zamora era el encargado de la presentación. En cuanto a la secuencia de cierre, solamente aparecen los créditos del equipo de producción responsable de un determinado episodio, con la última escena del mismo o una imagen fija relacionada, junto con el mismo tema musical usado en la apertura.

Un día como hoy pero de 1971 (hace 45 años) apareció el primer episodio del Chavo y por eso quisimos hacer este humilde tributo, espero les haya gustado.



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